Otra vez se me olvidó
quitarme el cuerpo del artista,
la estúpida sonrisa
y la cara de retrato.
Otra vez se me olvidó
decirte despacito
que no hay nada que me guste más
que llevarte a medianoche hasta la cama,
como el que regala un mundo,
como haciendo lo difícil.
Y es que hay pocas cosas que me gusten más
que el hecho de que esperes,
sabiendo que lo haces,
y yo escondiéndome en las calles...
¿cómo va a ser, dime, dime como va a ser...?
Y dime si serías capaz de imaginar
un invierno sin su frío,
una cama sin su manta,
un desierto sin arena
y un deseo sin espera.
¿Serías capaz de imaginar
un velero sin su vela,
una ruina sin su pena,
un amor sin sus problemas
o algún preso sin cadenas?
Es que yo no soy capaz de imaginar
ni un solo minuto sin ti,
tan solo un minuto sin ti...
Otra vez se me quedó
la cara de un equilibrista,
haciendo que te digo,
callando a cada rato...
Otra vez se me olvidó
decirte despacito
que no hay nada que me guste más
que reírme con la sal de tu descaro,
aprendiendo a cada rato,
como un niño con su palo.
Y es que hay pocas cosas que me gusten más
que sepas que te quiero
sabiendo que lo callo
y tu buscándome en las calles...
¿cómo va a ser, dime, dime como va a ser...?
Y dime si serías capaz de imaginar
un invierno sin su frío,
una cama sin su manta,
un desierto sin arena
y un deseo sin espera.
¿Serías capaz de imaginar
un velero sin su vela,
una ruina sin su pena,
un amor sin sus problemas
o algún preso sin cadenas?
Es que yo no soy capaz de imaginar
ni un solo minuto sin ti,
tan solo un minuto sin ti...
Dime si serías capaz de imaginar...
Es que yo no soy capaz de imaginar
ni un solo minuto sin ti,
tan solo un minuto sin ti...