Mi ilusión, era entrar en tu caja y poder despertar.
Mi pasión, es poder encontrar un espejo en tu mentalidad.
Y hoy estoy inquieto en este lugar
con tu aliento y mi soledad.
Mi existir es viajar por tu oído y gritarte siempre, que hay verdad.
Sin tu voz caeré, no podré ilusionarme otra vez.
Porque el fuego que une nuestras almas
morirá cuando deje de ver.
Y si llego a mi fin intentando, seré un vencedor.
Porque es mejor intentar que morirse sin sentir tu voz.
Sin tu voz caeré, no podré ilusionarme otra vez.
Porque el fuego que une nuestras almas
morirá cuando deje de ver.
Y cuando un día ese fuego se apague
quedará el recuerdo en tu pecho de haber sentido calor.
Mi ilusión, es la ilusa que ve salvación.
Mi ilusión es mi estrella, mi Dios, mi razón.
Sin tu voz caeré, no podré ilusionarme otra vez.
Porque el fuego que une nuestras almas
morirá cuando deje de ver.
Sin tu voz caeré, no podré ilusionarme otra vez.
Porque el fuego que une nuestras almas
morirá cuando deje de ver.