¡Ay corazón!
Y esto va para todas las abuelitas del mundo.
Como el viento que baja volando,
por las faldas de la gran montaña,
así llegan a mi los recuedos,
cuando eras mi novia idolatrada.
Pero el tiempo ha corrido de prisa,
y ha querido violar su belleza,
que me importa si tengo la dicha,
de haber sido su amante en primavera.
Una sola mirada nos bastó el primer dia,
para saber que seríamos amantes,
el deseo nos quemaba, no teníamos momento,
para calmar nuestro fuego en el alma.
Pronto fuimos amigos,
y despues confidentes,
y tu supiste que no era feliz.
Yo tambien lo leía en tus ojos,
me di cuenta que tu amor te faltaba,
y nos dimos con fuezas un beso,
que por siempre uniría nuestras almas.
Y a pesar de las años vividos,
no ha cambiado el amor ni la dicha,
en tu pelo recien blanquesido,
hay aroma de niña bonita.
Va para ti Luis Gerardo y tu querida esposa.
Una sola mirada nos bastó el primer dia,
para saber que seríamos amantes,
el deseo nos quemaba, no teníamos momento,
para calmar nuestro fuego en el alma.
Pronto fuimos amigos,
y despues confidentes,
y tu supiste que no era feliz.
Yo tambien lo leía en tus ojos,
me di cuenta que tu amor te faltaba,
y nos dimos con fuezas un beso,
que por siempre uniría nuestras almas.
Y a pesar de las años vividos,
no ha cambiado el amor ni la dicha,
en tu pelo recien blanquesido,
hay aroma de niña bonita.