Voy a empezar a comunicar lo que en tu boca está,
parace promediar en la gente amargura y dolor.
Voy a empezar a comunicar lo que en tu boca está,
parace promediar en la gente amargura y dolor.
Y es que ya no hay vergüenza no hay,
ya no queda vergüenza, sólo impunidad.
Y ya no hay, respeto no hay más,
palabras tan huecas imposible es llenarlas.
Mensajes con doble sentido
tratando de confundirnos,
siguiendo la ruta del juego,
juego de opresión sin posible salida.
Carne de cañón en esta imperio, mano de obra barata
nunca se queja, fácil se aplasta.
El que no llora no mama.
Y cómo sigue este cuento, señor,
es usted sólo una marioneta, o también es director.
Y dónde el amor por lo tuyo,
por favor, pará de entregar ya no queda mucho.
Voy a empezar a comunicar lo que en tu boca está,
parace promediar en la gente amargura y dolor.
Voy a empezar a comunicar lo que en tu boca está,
parace promediar en la gente amargura y dolor.
Y es que ya no hay vergüenza no hay,
ya no queda vergüenza, sólo impunidad.
Yo sólo le digo que no se equivoque, señor,
está pisando un jardín que usted no sembró.
Por más que busque y busque, ya no hay
entre tanta basura, nada puedo encontrar.
Nada sólidamente puro que me de una esperanza,
es que hay tanta tanta tanta tanta bosta.
Todos los alcaldes se pasan la posta
sin detenerse ni un segundo a bacilar,
qué pasará con los pacientes de Sida,
pero cómo creer, cómo no dudar,
ejemplos sobran para desconfiar.
Si pudiéramos elegir solamente por su conciencia,
y no tuviéramos que soportar esta sucia decadencia,
mmm, no creo que alcance la paciencia,
es que siempre llega más que tarde la ciencia.
Y nadie lo puede pagar, tampoco.
Ven a bailar. Este ritmo natural.
