Voy contemplando
el paso del tiempo,
imaginando otro final.
Aquí sentado,
soñando despierto
y resignándome a aceptar mi realidad,
la injusta y fría realidad.
Y lloro
por no entender nuestro lenguaje,
ahora te digo que lloro,
por no saber todas sus claves.
Y no sé qué darte más,
que este corazón
que se consume y va sufriendo sin piedad.
Y no sé que darte más,
que todo este dolor
que de mis venas aún no he logrado sacar,
que a mis pulmones no los deja respirar,
que me golpea y me hace ver la cruda realidad
de vivir sin tí aún estando contigo,
aún estando contigo.
Estoy cansado
de encerrarme en mí mismo,
hoy más que nunca necesito libertad,
entender mi libertad.
Hoy mis sentidos
andan todos perdidos
y mis relojes han dejado de girar,
que importa el tiempo si no estás.
Y lloro
por no entender bien tus mensajes,
ahora te digo que lloro
por no tener todas las llaves.
Y no sé qué darte más,
que este corazón
que se consume y va sufriendo sin piedad.
Y no sé que darte más,
que todo este dolor
que de mis venas aún no he logrado sacar,
que a mis pulmones no los deja respirar,
que me golpea y me hace ver la cruda realidad
de vivir sin tí...
No sé qué darte más,
no sé qué darte más,
que la excusa y el motivo,
lo profano y lo divino y la verdad.
No sé qué darte más,
no sé qué darte más,
que la pena del vencido,
el laurel de los que triunfan al final.
Padre nuestro si estás en el cielo,
ven a ayudarnos, te echamos de menos,
no sé qué darte más.
Padre nuestro si estás en el cielo,
ven a ayudarnos, te echamos de menos,
no sé qué darte más.
Padre nuestro si estás en los cielos,
ven a ayudarnos, te echamos de menos,
no sé qué darte más.
Padre nuestro si estás en los cielos,
ven a ayudarnos, te echamos de menos,
no sé qué darte más.
No sé qué darte más,
más.