Ha caído ya el telón
sobre la luz de las baldosas
la noche almacena munición
en sus pupilas temblorosas
y en un segundo habrá una desbanada de este mundo.
Los sueños se intentan descolgar
de la azotea de los días
y el futuro se empieza a aficionar
a coleccionar melancolias.
Se deja la vida
el pellejo en cada esquina.
La pena sabe lucir mejor
con el brillo afilado de la noche
y esa nostalgia que cae en el error
de confundir cumplidos con reproches.
El alma se queja el barco a la otra vida ya se aleja.
El alba descorcha la última canción
una de celos y botellas rotas
como un tango cosido al corazón
descoconsolado de las cosas...
Triste melodía que recorre como un perro la Gran Vía.