He pintado autorretratos con los restos de barro del alma
y he atacado a la luna por la espalda.
He enviado mis nostalgias a un lejano destierro
alfombrando la distancia con flores de un entierro.
Pero he vuelto aquí donde se aburren los gatos
y se desnudan las nubes todo el rato todo el rato.
He arrastrado a la vida a las redes del desencanto
sobornando a la esperanza mientras tanto.
He comprado mi futuro a un estafador ambulante
Pero he vuelto aquí donde palpitan las cosas
donde el tiempo es un camino de rosas de rosas.
He donado una fortuna de olvidos y medias verdades
a un museo donde exiben soledades.
Y he encontrado las flaquezas, las penas y el desespero
empapados por la lluvia de finales de febrero.
Pero hoy he vuelto a ver tigres en tu pelo
y un palacio en tu mirada de hielo, de hielo.