Besas la planta de mi pie
y yo te pido un abrazo a gritos
no importa nada más
yo solo me acuesto y te miro
me quema y no duele
porque todo es tan claro ahora
que estoy cerca de ti
Me muevo a acariciarte la espalda
y yo, te pido un abrazo a gritos
me arrullo en tu camisa
te muerdo la barba y rio
con todo lo que dices
de mí
Y aún no puedo creer
que tus manos pueden hablarme
cómo se meten en mi sien
cómo adivinan más adelante
cómo te envuelven en mi sangre
en mi sangre
Déjame despacio, lento sobre tu cama
los recuerdos veremos aquí
dormidos sobre la almohada
y no es necesario que digas nada
ahora vas a entender lo que soy
y cómo me reparto en ti.
Quien sea capaz de vivir
de solo recuerdos no tiene dónde
aferrarse a sus huesos
o dónde siquiera dejar su nombre
al recado de un muerto
que solo conoce su fin
Y aún no puedo entender
cómo supiste sin preguntarme
cómo en tus brazos puedo ser
la niña más dulce que pudo mirarse
vacilo y pienso un instante
y empiezo a entender
Déjame despacio, lento sobre tu cama
los recuerdos veremos aquí
dormidos sobre la almohada
y no es necesario que digas nada
ahora vas a entender lo que soy
y cómo me reparto en ti
Déjame despacio, lento sobre tu cama
los recuerdos veremos aquí
dormidos sobre la almohada
y no es necesario que digas nada
ahora vas a entender lo que soy
y cómo me reparto en ti