Los tigres andan sueltos en pliegues y en abrigos
La abeja reina sirve en la aguja de un pino
Golpeaste tanto el suelo que salieron a abrirte
Y te tragó la tierra de un solo gesto simple.
Entonces traga espejos para hacer laberintos
Para hacer infinitos de cosas buenas y malas
Vi rostros cuerpos fantasmas, unos alegres y tristes
Vi cosas que no te cuento porque no pueden decirse.
No me importa lo que viste me importa lo que vi yo
Tanto confiar en tu voz me dejó en esta postura
Sin flor sin hermosura, puro filo y en barranca
De una eternidad que espanta
La calma de un mar feroz.
A orillas de la manzana solo queda dar el salto
Como puede costar tanto lo que da felicidad
Si el miedo a perder algo a romperse o a quebrarse
Quien no para de guardarse es a quien le va a faltar
No veré desolación donde solo hay soledad
Ni viento ni en un huracán donde haya un soplo desnudo
Ni como ni que mil monto donde supimos estar
Voy a volver a mirar y aprender a andar fecundo
Es que no fuimos dos cuerpos es que fuimos otro mundo
Un universo profundo entre cosas cotidianas
Que no son buenas ni malas mientras vayan orbitando
Pero un veneno aguardando cuando no se mueven más