Si yo pudiera hablar con Dios, Si rezar fuera el remedio,
Si pudiera alzar la voz,
si no fuese del promedio.
Si fuese maga o presidenta, princesa o capitana,
Con un soplo haría tormentas que nos inunden de Nirvana.
Construiría con las cruces de los muertos inocentes, espejos que reflejen al culpable.
Harta de caer de bruces,
tropezando en lo inminente,
Me reuso que el amor sea desechable.
Si yo tuviera los millones
El talento, la fuerza, el encanto
de los amos y señores que deciden mientras cantó.
Pero soy sólo otro habitante y a quien le importa cuando lloró.
So hay genios ignorantes y analfabetas con tesoros.
Si pudiera enviarle luz a los niños de las sombras y ponerle corazón al poderoso.
Pero soy sólo una guitarra y unas manos diminutas y una voz que el viento vence en las mañanas.
Si fuese inmensa y poderosa
uniría a las religiones, batallón de maiposas, llegando a Dios sin divisiones.
Si fuese Dios, yo como Él.
Gastaría la ocasión en unirnos piel a piel, corazón con corazón.
En unirnos piel a piel, corazón con corazón.