En la telaraña
de tu vivir
quedé atrapado no pude huir,
me quedé ahí lejos de mí,
embadurnado,
me olfateaste el guacho
con tu nariz,
solo lo tomaste
y al sonreír
me lo mordías cual maní cris.
En la telaraña
de tu nariz
quedé atrapado no pude huir,
me quedé ahí lejos de mí,
embadurnado,
me olfateaste el guacho
con tu nariz,
solo lo tomaste
y al sonreír
me lo mordías cual maní cris.
Después te fuiste
sin despedir
y no dijiste
si este mancito
aquí
debía
ir
a ti
o en su defecto pisarse a dormir…
me olfateaste el guacho
con tu nariz,
solo lo tomaste
y al sonreír
me lo mordías cual maní cris.
Después te fuiste
sin despedir
y no dijiste
si este mancito
aquí
debía
ir
a ti
o en su defecto pisarse a dormir…