La primer flor en mi jardín,
rayo de luz sobre mi atril,
sonrisas del invierno
en mis cielos internos.
Tal vez, será que estás aquí para ayudarme
o descubrirme entero.
Besé los poros de tu piel,
lenguas de fuego guaraní.
Las voces ancestrales,
se escuchan en mi cuerpo.
Quizá viniste a mi para mirarme
en tu sabio espejo.
Mensajera del Sol
das calor al dolor
y valor a mis miedos.
Me atreví a cantar
lo que me hizo mal
y no como te quiero.
Maternidad morena,
vientre azul en Luna llena,
presagios de guerreros,
bujas y hechiceros.
La sangre que dejaste aquí
riega mi suelo con gotas de cielo.
Si quiero un beso de verdad,
de esos que no pude comprar,
libre como el viento,
antigüo y siempre nuevo
no tengo mas que dejar ser lo que
seré desnudo y verdadero.
Mensajera del Sol...