Ni tu ni yo podemos
ya vivir fingiéndonos cariño
aquel amor se convirtió en dolor
mi vida es un martirio.
No trates de ocultar
lo vil de tu maldad
que tengo comprobada,
sabiendo la verdad
no tienes más que hablar
ya no te queda nada.
La noche aquella
que me traicionaste
ya lo presentía.
Seguí la huella
de lo que dejaste para mi agonía.
El filo de un puñal que deja
tu mortal herida
y el fin de aquel hogar
que yo llegué a soñar
será toda mi vida.
Fue mi alma una barca
naufragada que que azotó
la tormenta de la vida.
Una blanca paloma ensangrentada
en el filo mortal de tu mentira.
A la sombra de un viejo crucifijo
yo me hinco llorar mi desventura
y a confiarle la vida de mis hijos
soportando la cruz de mi amargura.
Fue mi alma una barca
naufragada que que azotó
la tormenta de la vida.
Una blanca paloma ensangrentada
en el filo mortal de tu mentira.
A la sombra de un viejo crucifijo
yo me inco llorar mi desventura
y a confiarle la vida de mis hijos
soportando la cruz de mi amargura.