Mi suegra me sorprendió,
saliendo de un gran motel,
con la hija de su comadre,
o sea su ahijada Isabel,
y en plena calle la cucha,
me armó violento tropel.
Me gritó degenerado,
ya mismo le hago saber,
a mi noble y santa hija,
lo puto infiel que es usted,
cuando agarró el celular,
la risa empecé a perder.
La vieja le raneó todo,
y madreándome se fue,
me dejó culo ‘e problema,
bien gallo pa' resolver,
enfrentar cual hijueputa,
la furia de mi mujer.
Llegué haciéndome el pendejo,
pa' el frío buscando café,
y del primer sartenazo,
me calentó hasta los pies,
venga pa' acá coño ‘e madre,
de mi no se burla usted.
Me agarró por la corbata,
poco y me la hace comer,
me apretó duro los huevos,
me hizo ver a Lucifer,
dijo ya mismo le corto,
lo que hoy le exprimió Isabel.
Bien asustado le dije,
perdonámela esta vez,
ni pu' el putas te lo juro,
te vuelvo cacho a poner,
si eché una canita al aire,
fue tan solo por joder.
Con el palo de la escoba,
me dio hasta más no poder,
también con los dos tacones,
la plancha y también la express,
cuando agarró las tijeras,
fue donde salí a correr.
Me salvé de la capada,
y al quinto día regresé,
no se encontraba enrollada,
más amable la noté,
me cambié los trapos sucios,
y otro sermón le escuché.
Pa' que siga en esta casa,
mi amigo le pediré,
bañarse con siete hierbas,
que yo misma escogeré,
y se me baña en el patio,
junto al perro pequinés.
Me echó Baygón en las huevas,
pa' matar yo no sé qué,
me tiene durmiendo solo,
nada me da ni pa' oler,
y cuando llega mi suegra,
la tengo bien que atender.
A esa viejita cacorra,
ya su veneno le eché,
tan solo_ le dieron churrias,
por lo que vi la purgué,
si amebas_ tenía esa cucha,
toditas se las quebré.
Por culpa de esa cotorra,
celosa es mi mujer,
sin falta todos los días,
la Biblia me hace leer,
y hay noches vivo enzorrado,
la madre no sé qué hacer.
Desde ese día he pensado,
de largarme y no volver,
esto es vida para perros,
y yo no sé ni morder,
me la anda_ cobrando caro,
por moteliarme a Isabel.
Aquella es la del billete,
la de los carros también,
mio es_ el día y la noche,
y un camino pa' emprender,
pero sin un puto peso,
lo de irme lo aplazaré.
El que es bandido señores,
bandido siempre ha de ser,
mi vicio de mujeriego,
ni pu' el putas dejaré,
se va_ pa' misa y me pierdo,
hacer sudar la Isabel.
Le juré no cachonearla,
pero no le cumpliré,
comiendo en un solo plato,
mi turpial no he de tener,
marico_ ni tonto soy,
pa' otras no voltear ni a ver.
Un día me mandó por flores,
con lo que sobró compré,
pastas pa' dormir gorilas,
le embuto a diario de a tres,
por la ventana entro y salgo,
pa' gastar presta a Isabel.
Pa' evitarme otra paliza,
y seguir viendo a Isabel,
le salgo solo en las noches,
y la llevo a otro motel,
donde el gurre de mi suegra,
no nos vuelva a sorprender.
