Licenciado en medicina, un tío listo de cojones,
el destino lo ha llevado a vivir entre cartones.
Solo un perro callejero es su amigo y compañero,
en la puerta de una iglesia se sacan algún dinero.
Van buscándose la vida entre los contenedores,
el sistema los rechaza solo son dos perdedores.
Con la barba de diez días y comiendo desperdicios,
ir borracho siempre ayuda a no morirse de frío.
Forman parte del paisaje viviendo bajo los puentes,
media vida amontonada en carros de continente.
Cada uno tiene su historia pero todos el mismo final,
morir en la puta calle marginados y sin hogar.
Revolución en el cuarto mundo.
Revolución de los vagabundos.
Revolución de los que no tienen na.
Revolución alguien tendrá que pagar.
Vende klinex y mecheros aguantando mil desprecios,
todos le miran con asco esta hecho un pordiosero.
Si alguien le da una limosna lo interroga más que a un preso,
no te lo gastes en droga yo no curro para eso.
Sirven para darnos pena y sentirnos superiores,
los tratamos como a mierda y creemos ser mejores.
Alguien le mea en la cara de dolor su perro ladra,
el no puedo decir nada lo están cosiendo a patadas.
Siete tíos contra uno es la ley de los cobardes,
apalean y asesinan a mendigos en portales.
Menos mal que la policía esta pa servir y pa ayudar,
si lo ven sufriendo en el suelo ellos lo pueden rematar.
Revolución en el cuarto mundo.
Revolución de los vagabundos.
Revolución de los que no tienen na.
Revolución alguien tendrá que pagar.
Hartos de las miserias, se han juntado y preparan su estrategia.
Ahora temblad banqueros, vamos a repartir vuestro dinero.
Ya no habrá más niños, que se mueran en la calle de hambre y frío.
Vamos a sacar pecho, ha llegado ya la hora de los sin techo.