Me levanté esta mañana y fuí hasta el mar
lavé mi cara con la espuma y con la sal
el ejercicio de aquel vicio matinal
y luego trepar, a mirar el mar.
El horizonte sólo es cuestión de cruzar
y esa palmera no me fía el navegar
ay! si la corto y después no flota,
me quedo sin sombra, sin coco para Navidad
sin baño del perro, ni percha para el gamulán.
Ah no no no, no no no pibe, nada de eso te va a salvar
y encima esta basura de perro, que mueve la cola
y nada, nada quiere entregar
y adora ensuciar el mejor lugar
ay! si tuvieras coraje y me obligaras a escapar.
Dulces, dulces moscas, azules, verdes, rojas
las que yo te regalé
negras y amarillas, fritas, en tortilla
las que me enseñaste a comer
justo vino a pasar ese barco pesquero por nuestro lugar
cuando me tenías atado como un perro arrodillado
te pusiste en puntas de pie
y cuando te ibas te escuché:
No, no, ese perro no
no ese perro
es un sucio can, ese perro no...
Perro sucio... sucio, sucio can...
atado y de rodillas, atado y de rodillas.
