en una fonda chiquita,
que paresia restaurante,
me fui a comer unos tacos porque ya me andaba de hambre,
ya ven que el hambre es canija pero mas el que la aguante,
se me arrimo una morena que estaba requete tres piedras,
me dijo que se le ofrese puede pedir lo que quiera, señor estoy pa servirle aqui yo soy la mesera,
cuando mire aquella joven se me olvidaron los tacos,
le dije traiga cerveza y de pollo sirva dos platos, usted se sienta conmigo pa divertirnos un rato,
le pregunte eres casada, me dijo no vivo sola
pero antes de que le sigas hechate a andar la pianola
no mas le pones un peso porque esa no toca sola,
nose ni cuantas tomamos yo y mi amiga la mesera,
el caso es que hasta bailamos a punto de borrachera,
bailamos el carro rojo y creo que hasta la camelia,
luego que se hizo de noche le dije a que hora nos vamos,
me contesto chiquitito en eso si no quedamos,
pero si traes dolaritos hasta una polca bailamos.
fin
