Si salimos de esta, te juro que no haré ni un gesto de emoción.
Bastente duro ya ha sido, como para darle encima la satisfacción.
Tendremos que, continuar, y aguardaremos en la fila donde cambia la ansiedad.
Por ciclos de siete más normal, tampoco pides más.
Son tantos los días de impaciencia, casi una eternidad.
Si el volante se ha roto, y salir por la ventana es la única elección.
Si son desiertos de fango, que aquellos que cada paso es un millón.
Tu saldrás de esta, créeme.
Y pronto entonarás pequeños cánticos.
Y en un bar apartado ahogaremos al espanto y nos pedirá perdón.
Tu ansiedad cederá, como el rastro de un avión se esfumará.
Si tras el naufragio y tempestad nadie desertará.
Tu sube a cubierta y ya verás, mil comandantes más.
No baja nadie, no huye nadie, mil comandantes, que harán de viento y tú, harás de mástil, no será fácil, pero si ganas habrá valido por dos.
No baja nadie, no huye nadie, mil comandantes, que harán de viento y tú, atado a un mástil, tu propio mástil, mientras yo sigo bebiendo el agua que tu, bebiendo el agua que tu...
Bebiendo el agua que tu.
Sí saldremos de esta, sí saldremos de esta, sí saldremos de esta...
Nadie más entendrá, solo los que allí estuvieron sonreirán.