Cuando tú, decidas,
cuando tú estés, yo estaré,
aunque tú no me lo pidas.
Cuando nadie siga,
sabes que yo seguiré,
junto a ti mientras caminas.
No somos solo distintos,
somos lluvia y somos sed,
que a una misma vez respira.
Pondrás en un laberinto,
tan grande que no las ve.
No temas, tranquila, que yo seré...
Seré el camino al que volver,
seré el abrazo en que te abrigas
cuando nada salga bien,
Una canción que no termina,
y sueño, cada anochecer,
y la sorpresa más sencilla.
Tú tan solo ilumíname, con tu presencia...
Sé que vas, descuida,
que aquí yo te esperaré,
aunque nunca me lo pidas.
Cuando te encierres tan dentro,
cuando a nadie quieras ver,
no temas, ¡tranquila!, porque yo te escucharé...
Seré el secreto que confías a quien más puedas querer,
esa canción que no termina y suene,
cada atardecer, y la sonrisa más sentida.
Tú tan solo ilumíname, con tu presencia...
Seré lo que eras cada vez,
El universo que me pidas,
El camino al que volver
Y la canción que no termina,
Estrellas cada anochecer,
Y la sorpresa más sentida
Tú tan solo ilumíname, con tu presencia... ¡cada día!
Seré el secreto que confías a quien más quieras querer,
esa canción que no termina,
un beso, cada atardecer
Y la sonrisa más sentida
Tú tan solo ilumíname, con tu presencia...