Cuando el bus de las seis se fue y quedaste sola
callado el corredor de tus lamentos
una lágrima cayó de la rockola
por el amor de vano juramento.
El depósito en sombras va jugando tablero
siguen ganando las chapas arriba.
La cantina permanece en carne viva
herida grabe de aquel ron traicionero.
Tal vez no va en el bus, tal vez se baje,
puede ser que decida posponer el viaje.
Tal vez cuelga tu sueño y no sabías
por un colón o dos en el bazar de Urías.
Tenaz la noche se coló no quiere irse
sin conversar con el pedal cansino.
La máquina que cose tu destino
vestido del que va sin despedirse.
El alba como un hombre va tocando la puerta
se embriaga con las gotas de sereno,
sólo alcanzó a pensar que sería bueno
Estar soñando de nuevo y no despierta.
Tal vez no agarre el bus, tal vez te espere,
en el bazar de Urías, y si quiere, puede
que cuelgue aquí la noche triste
que te sigo esperando y no supiste (bis).