Desde los parrales hasta las marismas
y desde sus playas a la serranía,
poblada de olivos y verdes campiñas
y montes resecos está Andalucía.
Y ocurrió el milagro, porque en este tierra
llena de poesía, Dios así lo quiso,
de que un borriquillo naciera poeta
al cálido aliento de aquel paraíso.
Se llama Platero ese borriquillo,
asombro del mundo, mi mejor amigo.
En Andalucía hay muchos Plateros.
Todos son poetas, todos son muy buenos.
Y a tí, vida mía, te voy a regalar
un burro Platero para caminar.
Y siempre juntitos iremos los tres
recorriendo el mundo con nuestro querer.
Platero y tú, platero y yo.
Qué hermosa es la vida si canta el amor.
Platero, tú y yo.
No hay cosa más linda en el muro entero
que una sombra fresca junto al amor mío
mientras, cariñoso, mi burro Platero,
nos mira y nos guiña y bebe en el río.
Platero, tú y yo.
