Entre los besos y los disparos.
Entre el odio y el amor.
Entre la sangre y el arte
que ensució tus manos.
Entre las torturas y los abrazos
el signo del Ser Humano.
La naturaleza te hizo sabio y bueno
pero la ambición sin freno fue tu perdición, tu gran veneno.
Capaz de dar la vida o humillar de un solo golpe,
capaz de amar o ser un genocida por deporte.
Creaste palacios y pirámides por honor a tus lideres.
Las teorías de Euclides y Arquímedes,
crímenes en serie como en Rostock,
Hitler, Pinochet y Pol Pot,
paladines del complot.
Inventor de la escritura y la penicilina,
ejecutor de culturas, Nagasaki e Hiroshima.
Humano besa y asesina, abraza y recrimina siempre,
si sus deseos le ciegan delata y miente.
De las flores de Versalle a las carceles de Bangkok,
voz de dictadores o pintores como van Gogh,
el temor o la ternura, la balanza está en tus manos,
la decepción o la esperanza, ser humano.
Los besos que se dieron, los muros que distanciaron,
los lazos que unieron, disparos que retumbaron,
los golpes que hirieron, inventos que deslumbraron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.
Los genios que inspiraron, abrazos que liberaron,
las guerras que asolaron, la sangre que derramaron,
los héroes que brillaron, villanos que torturaron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.
Ayudaste al indefenso por pura bondad,
sentiste el tacto tenso de un rifle apuntando a dar.
Pintaste el olvido en guetos de Asia y África
mientras entonabas sonetos repletos de frases mágicas.
Ruinas eternas como Petra o Chichén Itzá
horrores en tus guerras tan inútiles quizá.
Izar las velas de tus carabelas viste mudo
causando donde fuiste los desastres más profundos.
Humano quieres ser el amo y señor de su alrededor,
construye minas e imagina un futuro mejor.
Su instinto cazador trajo el mal y la violencia,
su instinto maternal y su paciencia la clemencia.
De los muros de Auschwitz a orfanatos en Shanghái,
de las calles de Namibia a las islas Dubái.
El dolor o la belleza, la matanza a tus hermanos,
la compasión y la venganza del ser humano.
Los besos que se dieron, los muros que distanciaron,
los lazos que unieron, disparos que retumbaron,
los golpes que hirieron, inventos que deslumbraron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.
Los genios que inspiraron, abrazos que liberaron,
las guerras que asolaron, la sangre que derramaron,
los héroes que brillaron, villanos que torturaron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.
Sólo soy carne.
Sentado sobre los... muertos.
El mundo es un mercado de caos,
todo es la falsa apariencia del ser humano.
Ideaste pájaros de acero y metal surcando océanos
y en la oscura penumbra de aquellos sótanos
infringiste torturas tan duras que no se curan,
creíste ser el dueño del resto de las criaturas.
Versos de Neruda y Lorca que desnudan la existencia,
entre la horca y la censura, tu odio y su pestilencia.
Escalas cordilleras por afán de superarte,
intoxicas Madre Tierra mientras buscas vida en Marte.
Al mirarte veo arte y muerte, tu contradicción,
libre por la ciencia, preso de tu religión.
La pasión te invita a plasmar la vida en películas,
inquietud infinita te hace acelerar partículas.
De cúpulas en Roma a favelas en São Paulo,
de las ruinas de Darfur a mansiones en Monte Carlo.
El rencor y la proeza entre héroes y villanos,
la maldición y la grandeza del ser humano.
El Ser Humano...