No eres mi perro
y no te puedo llevar
con correa a pasear
para que no te vayas.
Y yo no puedo evitar
que dentro del corazón
te hayas quedado a vivir en mis recuerdos.
No eres la parte que me falta para ser una persona.
Eres la duda de mi mente cuando me voy a la cama.
Ayer entré en el hueco donde estás
con una excavadora
para echarte de mi mundo
y encerrarte donde no te pueda ver.
Ayer entré y me encontré junto a tu cuerpo
un cartel que dice: “No tocar”,
y no sé cómo hacer.
Eres la sombra
que oscurece la luz
de mi sala de estar
cuando no pienso en nada.
Después de ayer pensé
no volverte a ver
almacenando tu amor entre mis cosas.