Por mi manera de subir los cerros de Valparaíso saben que no soy de aquí a pesar que nadie se los dijo
He preferido no contar cuántos peldaños e subido
me perdí antes de llegar, cuando llegue estaba perdido.
Ahora miro el mar tranquilo, estas conmigo.
un barco a punto de zarpar no dice a cual destino
adivino cuantos meses tardará el capitán en regresar con autos chino, descargar, cobrar y entrar de nuevo a su bar preferido.
Pero no te lo digo
respiro en la ciudad un olor a sal antiguo
y me olvidó, en realidad quiero callar contigo
osea buscar caminos.
vergüenza me dará cuando le mienta a mi mamá que voy a empezar a fumar la mitad de cigarrillos.
luego te fuiste a acostar y tarde en quedarme dormido escuchandote soñar sin hacer ruido.
Mirame a los ojos
y dime que es valioso
que título misterioso
Cuatro Luckies Rojos.
Mirame a los ojos
y dime que es valioso
el desierto esconde un pozo
Cuatro Luckies Rojos...
Y fuimos sin tomar micro hasta la casa de Neruda
mi mano busco la tuya en frente de un mural bonito
un agua de medio litro y con respecto a la cultura
al principio tuve dudas, pero vamos yo te invito.
En el quinto piso estaba su escritorio
tristemente habilitado pa turistas, quizás cuanto tiempo habrá pasado sólo
admirando su foto de Wall Witman y su coleccion de mapas y el espejo eneludible y la bandeja de plata y los zapatos de Matilde.
Esa tarde conversamos de la vida, la familia
supongo que encontramos diferencias parecidas.
en la calle un árbol seco tenía hojas de papel
y una pareja de suecos nesecitaba un hotel
luego te fuiste a acostar y tarde en quedarme dormido escuchandote soñar sin hacer ruido
Mirame a los ojos
y dime que es valioso
que título misterioso
Cuatro Luckies Rojos.
Mirame a los ojos
y dime que es valioso
el desierto esconde un pozo
Cuatro Luckies Rojos...