Caballeros Damas:
calaveritas de hilera en la repisa
saliendo y dejando
la mesa puesta
las patas firmes
la madeja en la ducha
la agenda en la heladera
la llave enferma
y casi la nuca cae de rodillas a tus pies.
Calaveritas en hileras de la repisa
nuevos de brillo en la punta de las columnas
nadie te muerde los talones
los tanques de agua / sus ladridos
la fibra del sol en las piedras
tizas negras en la hornalla
las ruedas giran de la mano
hacen el centro más rápido.
Te cuelgan las ramas y 20 bellotas de uña
te endulzan las cañas y sus 12 portones al sol.
Como corren hermosas las chicas
-por el costado hembra de las cosas-
¿y dónde termina la enfermedad
y empieza lo que viene?
¿desde dónde sale el micro que
todos estamos esperando?
¿la alegría bestial se bebe en copas de plástico?
¿y desde dónde me puedo sentar
a preguntarle a hernán?
viste -en voz alta- el silencio del parque
te quedaste mirando tu voz
las palabras se sentaron en fila
-ásperas de piel-
calaveritas en hileras de la repisa
circos en la punta de la lengua
¿y qué es lo que vas a hacer cuando el hogar
del reguero esté seco de tanta sangre?
La pira que gira en el sol que doy
arranco mis voces de tu foto en cobre.
por para acá y allá
como si fuera y si realmente pudiera
cortar el filo por lo más delgado.
cruijen trineas pi mámelu
nal no mi solé aoxo n mali
blusto. blusto temoral.
