No me calienta ni el sol
yo sé que me está llevando;
parrandas y más parrandas
y no se acaba mi llanto.
De aquella suerte tan padre,
qué poca me está quedando.
Óyeme bien, corazón
¿pa' qué tanto sufre y sufre?
Si el sol siendo el astro rey
lo tapa una triste nube.
Dime, infeliz corazón,
qué orgullo es el que te sube.
Dios mío dime por qué yo he
de sufrir día tras día,
si soy tu hija señor,
tengo también
derecho a la vida.
No me calienta ni el sol
a ver si ahora no perdemos,
ya que esta maldita suerte
nos trae de los meros cuernos.
Si pierdes hoy, corazón,
pos' ya ni llorar es bueno.
Ya se acabó, corazón,
la luz de nuestro camino
¿pa' qué tantas ambiciones?
¿para qué son tantos brincos?
si en este mundo traidor
nos vamos como venimos.
Dios mío dime por qué yo he
de sufrir día tras día,
si soy tu hija señor,
tengo también
derecho a la vida.
No me calienta... ni el sol.
