Me dejas tristemente me dejas,
sin insultos ni ofensas sin palabras que hieren,
pero aparentemente porque duelen y duelen,
como duelen las penas y mi vida se rompe
al caerse en pedazos mi castillo de arena, qué pena...
Y hablas confrontadas palabras sin lanzarme mirada,
pa' no oírme de frente con tu voz entrecortada,
dices que no me amas, sin susurros me adviertes,
que yo soy el culpable con mis tantos errores,
que ayudé a no quererme, y yo inocente, inocente...
Pero como entender que mi vida se va,
como diablos si aun no lo puedo creer,
como puedo aceptar que ha llegado el final,
si en mi vida no cabe perderte lo se.
Que le diré al corazón cuando pregunte por ti,
que le diré a mi razón si más no te vuelvo a ver,
que tú jamás volverás que en ti el amor se murió,
que me acostumbré al dolor que causa la soledad.
Que me acostumbre a morir cada día que tu no estés,
que tal vez pueda vivir sin aferrarme a tu piel.
Que le diré al corazón cuando pregunte por ti,
que le diré a mi razón si mas no te vuelvo a ver.
Me miras y no aceptas si quiera que te tome las manos,
en la ausencia de un beso das tu adiós en silencio,
y te vas alejando poco a poco y yo siento suplicarte no importa,
pues mi suplicas vagan como el ruido en el viento,
sin tiempo, sin tiempo...
Pero como entender que mi vida se va,
como diablos si aun no lo puedo creer,
como puedo aceptar que ha llegado el final,
si en mi vida no cabe perderte lo se.
Que le diré al corazón cuando pregunte por ti,
que le diré a mi razón si más no te vuelvo a ver,
que tú jamás volverás que en ti el amor se murió,
que me acostumbré al dolor que causa la soledad.
Que me acostumbre a morir cada día que tu no estés,
que tal vez pueda vivir sin aferrarme a tu piel.
Que le diré al corazón cuando pregunte por ti,
que le diré a mi razón si más no te vuelvo a ver,
que tú jamás volverás que en ti el amor se murió,
que me acostumbré al dolor que causa la soledad.