Salías a las tres de trabajar,
llovía demasiado para
contener las ganas de llorar.
Quizás algún bufete de abogados,
celebrando una victoria,
arruinó tu media hora de cenar.
A pasado el tiempo, sin avisar.
Has tomado asiento y vas a levantar.
Dime que no eres capaz
de dejarte llevar,
volver a empezar.
Sabes que tienes razones
para disparar
y salir a matar.
Solías ir de noche a la ciudad,
botas y minifalda.
Hace tiempo que no juegas
a ganar.
Quizás si no llevaras guardaespaldas,
podrías deshacerte de él
el día de mañana.
Dime que no eres capaz
de dejarte llevar,
volver a empezar.
Sabes que tienes razones
para disparar
y salir a matar.
Y salir a matar.