En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
Sueño que vuelo sobre el panecillo,
igual que el cóndor, como un Peter Pan.
Y por la noche, las luces de Quito,
son estrellitas que en la Tierra están.
Y no quiero despertar, voy de volcán en volcán.
En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
Siempre que vuelvo me siento en mi casa,
que es patrimonio de la humanidad.
Ando sus calles, me pierdo en sus plazas,
en sus iglesias y en la catedral.
Maestro vuelve a pintar, manos que siembren la paz.
En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
Mis hermanos quiteños, son gente hospitalaria,
que te dan lo que tienen y no te piden nada.
Hay que vivir la fiesta, de día y madrugada,
cuando llega diciembre mi Quito se engalana.
En la mitad del mundo yo, siempre tendré mi casa.
Mi corazón partido en dos, entre Ecuador y España.
En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
¡Que viva Quito!
En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
En la mitad del mundo yo, tengo un montón de amigos.
La mitad de mí se quedó en la ciudad de Quito.
La mitad de mi alma, una parte de dos,
mi 50% se quedó en Ecuador.
Fin.
