Se fue...
Sin mirarme siquiera a los ojos, sin explicación.
Sin el llanto final, sin suspiros, sin beso de adiós.
Y no pude entender que pasaba, no supe que hacer.
Es que el cuerpo no me reaccionaba para detener
La partida del hombre que siempre ha robado mis noches,
Y ya sin reproches…
Volví, a mi camino vacío.
Volví, ya sin culpas y sin frío.
Volví a entender que puedo vivir sin su abrigo.
Y así volví.
Y ahora entiendo que no hay nada que me pueda detener,
Que solo yo soy la dueña de mis sueños,
Mi condena y libertad
Y así volví…
A ser la misma de antes, la de siempre y de verdad.
Y ahora sé que no vivo si se queda, que no muero si se va.
Que se vaya, y ya.
No sé, no le hubiera costado ni media palabra el perdón,
Siempre tuve para sus mentiras mucha comprensión.
Y esta vez decidí que olvidarlo era mucho mejor.
Soportar un castigo tan grande no tiene razón.
Ya no quiero tenerlo a mi lado con cara de entierro.
Y cruzando los brazos, solté una sonrisa…
Volví, a mi camino vacío.
Volví, ya sin culpas y sin frío.
Volví a entender que puedo vivir sin su abrigo.
Y así volví.
Y ahora entiendo que no hay nada que me pueda detener,
Que solo yo soy la dueña de mis sueños,
Mi condena y libertad
Y así volví…
A ser la misma de antes, la de siempre y de verdad.
Y ahora sé que no vivo si se queda, que no muero si se va.
Que se vaya, y ya.
Se fue...