Le han salido de aquel bar,
algo más cargado, de lo que había entrado.
Hoy todo ha salido mal, repetía.
Cuando hace el héroe en el puente,
resbalo la llanta, termino en el río.
Y con el agua en el cuello ya,
vio su vida enterita pasar, grito:
Dios mío te pido solo
un día más para volver a empezar,
un día más para saberlo apreciar,
un día más para aprender de una vez
que no siempre habrá un día más.
Volver tiene más sentido
cuando has ido lejos,
cuando andabas perdido.
Se ve todo más sencillo,
como cuando niños...
Las cartas aún son las mismas
pero tu jugada es muy distinta.
¿Te queda claro lo que hay que hacer?
Comenzar por agradecer
el gran regalo que es, es...
un día más para volverlo a intentar
un día más para saberlo apreciar,
un día para entender de una vez
que no siempre habrá un día más.
Julio salio desde el fondo
con unos cuantos rasguños
y con cara de asombro.
Recordó todas las veces
que solía ahogarse en un baso de agua.
Dijo: Dios mio te agradezco,
que si no es por esto,
en vida seguiría muerto.
Un día más para volverlo a intentar
un día más para volver a soñar,
un día más para entender de una vez
que no siempre habrá un día más
para al fin perdonar
un día más para correr sin mirar atrás
un día para entender de una vez
que no siempre habrá un día más.