¿Qué harías tú si al despertar
fuera un insecto en tu pared?
Algo sutil, gran angular,
que nada cuenta y todo ve.
Si al despertar, siguiera allí...
¿Qué harías tú pudiendo ser
la disección de un bisturí?
Si pudieras rozar
antes de prohibir,
los laberintos del jardín.
Y si al despertar, siguiera allí...
querrías ver lo que yo vi.
Conté hasta tres para escapar,
busqué la estela hasta un altar.
Vi discutir al ying y al yang,
apuñalarse por detrás.
Y oí gemir y vi llorar
como las fiera sin domar.
Y justo allí dormías tú,
me susurraste que al despertar, siguiera allí...
para escucharlo todo,
sin confesarte el modo
de ser testigo en tu festín.