Has llegado para involucrarte.
Nadie te devolverá el favor.
Los conozco bien y sé que puede ser peor…
Cuenta diez y sal a celebrarlo.
Sabes como yo que no valdrá.
Tanto pena despreciarlo y luego ir a por más.
Hoy la cumbre. Mañana el fango.
O esa insoportable mezcla entre ambos.
Morir en el intento es una opción que nunca nos sirvió
más que para matar con la intención
de suplicar después resurrección.
Y entonces vuelvo a ti,
y digo lo que no quieres oír,
llegados a este punto: punto y fin.